EL ROCK OSEO QUE SACUDE A SUNCHALES
CON BUENA CONVOCATORIA DE PUBLICO, LA BANDA PRESENTO EL 25 DE SEPTIEMBRE EN EXCALIBUR PUB SU DISCO DEBUT, CON LA PRESENCIA DE OTRAS BANDAS LOCALES. AQUÍ, EL ANALISIS DE UN MATERIAL QUE MERECE SER ESCUCHADO.
El primer disco de una banda o solista posee una ventaja para quien lo edita y una desventaja para los críticos: la imposibilidad de comparar ese trabajo con otros del mismo autor, y determinar de esta forma si está o no a la altura de las circunstancias. Grandes bandas reconocidas a nivel internacional, como Rush, Scorpions y Judas Priest, no tuvieron placas debut que anticiparan la grandeza que alcanzarían en algunas de sus posteriores obras. Pero en ese momento, como no existía más material del artista a excepción del recientemente grabado, no había forma de determinar si aquel podía dar más o si había trabajado al límite de su capacidad técnica y creativa. Se presume que en su primer trabajo, e impulsados por la necesidad de generar un impacto favorable y ganarse el respeto de colegas, oyentes y críticos, los músicos ponen “toda la carne al asador”. Y desde ese lugar si resulta posible determinar en que medida su material es bueno o si, por el contrario, su calidad mediocre lo hará merecedor del destierro del paraíso musical.
Coincidiendo con los festejos por el aniversario de la banda, que debutó en el “Sunchales Rock” del 12 de Septiembre de 2008, Mil Huesos presentó oficialmente en Excalibur Pub, el viernes 25 del mes pasado, su primer disco titulado “Payasos en Fuga”. Acompañados por Evil On Board, Arkada y Lady Jane, la noche fue una autentica fiesta del Rock local, con buena convocatoria de público. Pero volvamos al demo, el cual consta de cinco canciones en las que se advierten las influencias de la banda, como CIELO RAZZO, Mancha de Rolando e incluso tintes de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, por mencionar sólo algunas. Rock directo, sin vueltas. Nada de canciones de duración épica, compases poco convencionales o interminables solos de guitarra. Los miembros de Mil Huesos se revelan capaces de componer canciones atractivas. No descuidan el aspecto técnico, y a cada uno de ellos ejerce el debido dominio sobre su respectivo instrumento, pero ante todo son concientes de que sin buenas canciones, se tiene poco y nada.
El disco abre con ”Revancha”, un tema tranquilo y melódico que contiene una autorreferencia y la frase que da nombre al demo “Mil Huesos quedaron atrás, allá en el desierto/Este circo que empieza a apestar/Payasos en Fuga”, se escucha en la voz del ex La Morrison Diego Acosta (también guitarrista), quien se consolida como un cantante y letrista absolutamente personal. Expresiones como “Rey de las trincheras del ciberespacio” y “Voy volanteando curdas en este paisaje lunar”, llevan su sello distintivo e inconfundible. Por otra parte, las temáticas de sus letras son un lucido espejo de los tiempos que corren, con celulares, emos y amor de cibercafé incluidos.
La formación de la banda se completa con Lucas Tornavacio (Batería y Coros), Andrés Humeler (Teclados y Loops), Fernando Fregona (Bajo), Julio Solari (Guitarras) y Pablo Kemmerer (Percusión). Cada uno de ellos demuestra que sabe muy bien de que se trata esto de hacer Rock, y eso se nota de manera especial en el manejo de los cambios de intensidad dentro de una misma canción. “Luces de New York” es un claro ejemplo de ello, además de ser uno de los cortes mas atractivos del disco y el que mejor sintetiza la esencia de la banda. Pero son las intervenciones de Humeler las que aportan mayor frescura y texturas interesantes. Gracias a ellas, la música de Mil Huesos toma distancia de la que producen las bandas de Rock de formato tradicional (Bajo, Guitarra y Batería).
CON BUENA CONVOCATORIA DE PUBLICO, LA BANDA PRESENTO EL 25 DE SEPTIEMBRE EN EXCALIBUR PUB SU DISCO DEBUT, CON LA PRESENCIA DE OTRAS BANDAS LOCALES. AQUÍ, EL ANALISIS DE UN MATERIAL QUE MERECE SER ESCUCHADO.
El primer disco de una banda o solista posee una ventaja para quien lo edita y una desventaja para los críticos: la imposibilidad de comparar ese trabajo con otros del mismo autor, y determinar de esta forma si está o no a la altura de las circunstancias. Grandes bandas reconocidas a nivel internacional, como Rush, Scorpions y Judas Priest, no tuvieron placas debut que anticiparan la grandeza que alcanzarían en algunas de sus posteriores obras. Pero en ese momento, como no existía más material del artista a excepción del recientemente grabado, no había forma de determinar si aquel podía dar más o si había trabajado al límite de su capacidad técnica y creativa. Se presume que en su primer trabajo, e impulsados por la necesidad de generar un impacto favorable y ganarse el respeto de colegas, oyentes y críticos, los músicos ponen “toda la carne al asador”. Y desde ese lugar si resulta posible determinar en que medida su material es bueno o si, por el contrario, su calidad mediocre lo hará merecedor del destierro del paraíso musical.
Coincidiendo con los festejos por el aniversario de la banda, que debutó en el “Sunchales Rock” del 12 de Septiembre de 2008, Mil Huesos presentó oficialmente en Excalibur Pub, el viernes 25 del mes pasado, su primer disco titulado “Payasos en Fuga”. Acompañados por Evil On Board, Arkada y Lady Jane, la noche fue una autentica fiesta del Rock local, con buena convocatoria de público. Pero volvamos al demo, el cual consta de cinco canciones en las que se advierten las influencias de la banda, como CIELO RAZZO, Mancha de Rolando e incluso tintes de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, por mencionar sólo algunas. Rock directo, sin vueltas. Nada de canciones de duración épica, compases poco convencionales o interminables solos de guitarra. Los miembros de Mil Huesos se revelan capaces de componer canciones atractivas. No descuidan el aspecto técnico, y a cada uno de ellos ejerce el debido dominio sobre su respectivo instrumento, pero ante todo son concientes de que sin buenas canciones, se tiene poco y nada.
El disco abre con ”Revancha”, un tema tranquilo y melódico que contiene una autorreferencia y la frase que da nombre al demo “Mil Huesos quedaron atrás, allá en el desierto/Este circo que empieza a apestar/Payasos en Fuga”, se escucha en la voz del ex La Morrison Diego Acosta (también guitarrista), quien se consolida como un cantante y letrista absolutamente personal. Expresiones como “Rey de las trincheras del ciberespacio” y “Voy volanteando curdas en este paisaje lunar”, llevan su sello distintivo e inconfundible. Por otra parte, las temáticas de sus letras son un lucido espejo de los tiempos que corren, con celulares, emos y amor de cibercafé incluidos.
La formación de la banda se completa con Lucas Tornavacio (Batería y Coros), Andrés Humeler (Teclados y Loops), Fernando Fregona (Bajo), Julio Solari (Guitarras) y Pablo Kemmerer (Percusión). Cada uno de ellos demuestra que sabe muy bien de que se trata esto de hacer Rock, y eso se nota de manera especial en el manejo de los cambios de intensidad dentro de una misma canción. “Luces de New York” es un claro ejemplo de ello, además de ser uno de los cortes mas atractivos del disco y el que mejor sintetiza la esencia de la banda. Pero son las intervenciones de Humeler las que aportan mayor frescura y texturas interesantes. Gracias a ellas, la música de Mil Huesos toma distancia de la que producen las bandas de Rock de formato tradicional (Bajo, Guitarra y Batería).
La tapa del demo, por su parte, presenta un arte minimalista en blanco y negro; con pocos elementos distribuidos de forma equilibrada se logró transmitir el concepto del disco. De todas maneras, cuando uno la observa surge una duda: ¿Por qué no utilizaron el logotipo de la banda, ése que a fuerza de haber sido impreso en volantes y remeras se impuso en el ambiente rockero como un elemento clave de la identidad visual de Mil Huesos? En su lugar, eligieron una tipografía que es más funcional que expresiva, pues informa el nombre de la banda y de su material, pero nada más.
Por tratarse de un demo, “Payasos en Fuga” suena realmente bien. Pero es realmente en vivo donde las canciones de Mil Huesos se elevan a niveles mucho mayores de fuerza y energía, algo que separa a las buenas bandas de las que no lo son. A muchos artistas les cuesta reproducir sobre el escenario aquello que crearon en el estudio. Por fortuna, no es el caso de Mil Huesos. Dentro de unos años, cuando vuelvan a escuchar su disco debut, podrán afirmar complacidos: “Por ser el primero, no está nada mal”
Maximiliano Volpato
Diario El Eco
04/10/09
